Se dice que la fotorafia siempre a desnudado el cuerpo y la mirada como en el famoso cuadro El origen del mundo
(1866) de Gustave Courbet, realizado a partir de una fotografía del
cuerpo femenino.
Esta
serie tiene una particularidad: es la de mostrar sin tapujos la relación
que se establece entre el cuerpo femenino y su lugar de habitación, que
generalmente es un lugar bastante reducido como sucede con la mayoría
de espacios de vivienda en París. Los cuerpos se amoldan de una manera
especial a esos lugares reducidos como si fuesen cajas donde los cuerpos
terminan adaptándose.
Los
retratos que realiza la fotógrafa, logran mostrarnos algunas relaciones
imposibles donde el cuerpo parece tomar la forma de las cosas, donde el
cuerpo se amalgama con los espacios pero guardando su singularidad. Así
sucede con el retrato de Juliette, donde ella parece emerger o
sumergirse en un canasto; ese elemento doméstico propio de una cierta
feminidad, se convierte en el receptáculo del cuerpo desnudo. El color
naranja del canasto contrasta equilibradamente con el fondo azul de un
sobre-sábana y el blanco de la piel de Juliette. Esta foto que para nada
es simulada, pues Gudermane siempre deja que las “modelos” jueguen con
su espacio y sus cosas.
Su web: http://www.gudermane.net/
me encanta!!! tienen una luz chulisima algunas fotos, me lo apunto!!
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